El psicólogo es un profesional especializado en el tratamiento de problemas psicológicos y conductuales.
La psicoterapia es un proceso que comprende sesiones a intervalos de tiempo regulares, generalmente semanales, en las cuales el terapeuta estimula al paciente a reflexionar sobre si mismo. En este proceso, a diferencia de la conversación social, se utilizan métodos rigurosos, surgen emociones y sentimientos profundos y una comprensión enriquecida de la realidad.
El resultado esperado es que se modifiquen las características psicológicas, emocionales y conductuales que hayan contribuido al origen y mantención de síntomas y conflictos, con la consiguiente mejoría de la calidad de vida. También se espera que un terapia exitosa contribuya a disminuir las probabilidades de recaídas.
Existen distintas escuelas psicológicas, que utilizan técnicas de tratamiento diversas. Según la naturaleza del problema a tratar, se indica la modalidad de tratamiento más apropiada.
Los motivos mas comunes que requieren ayuda psicológica son situaciones de vida complejas, pérdidas significativas, estrés intenso o reiterado, conflictos interpersonales y enfermedades relacionadas con el sistema nervioso.
Terapia conductual y Terapia cognitiva conductual
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La terapia conductual le enseña a actuar de formas que ayuden a reducir su ansiedad. La terapia conductual funciona bien en las fobias y en el trastorno de ansiedad social. La terapia cognitiva conductual puede ayudarle a reconocer y cambiar la forma de pensar y de actuar que contribuyen a su ansiedad. Sirve para muchos trastornos de ansiedad, como por ejemplo:
Cómo cambiar sus pensamientos y conductas La terapia cognitiva conductual puede ayudarle a eliminar los pensamientos que empeoran su ansiedad. De igual manera, si usted padece de trastorno de ansiedad social, puede ayudarle a aprender que los demás no siempre le están observando y juzgando. Tanto la terapia cognitiva conductual como la terapia conductual pretenden cambiar las formas de actuar que empeoran la ansiedad. Por ejemplo, si usted tiene fobia de que le muerda un perro, puede que los evite. Esto empeora su miedo, pues usted nunca aprende que la mayoría de los perros no muerden. Un consejero puede ayudarle a pasar, poco a poco, más tiempo con perros amistosos y, con el tiempo, usted podrá lidiar con la sensación de pánico. Este tipo de terapia también puede enseñarle ciertas formas de reducir la ansiedad, como concentrarse en su respiración y otras técnicas de relajamiento.
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